lunes, 23 de noviembre de 2009

caso de pablo, un niño con autismo Andrea Valdebenito P.

Discapacidad y Autismo

Para comenzar queríamos dar unos elementos que nos permitirán reconocer al autismo como una discapacidad:

Se define a la discapacidad como: la disminución o falta de una capacidad basada en un parámetro de normalidad.

Y a la discapacidad mental (según la Organización Mundial de la Salud) como el déficit de la persona cuyo coeficiente intelectual está por debajo del nivel medio del lugar en que vive.

Entre dos personas iguales en inteligencia, lo que los diferencia es el nivel de instrucción, y ésta cantidad de instrucción, muchas veces está condicionada por el medio.

El autismo es una discapacidad permanente.

Al hablar de autismo, quiero aclarar antes que no se habla del "autista" o del "niño autista" sino que hablaremos de un niño que tiene autismo, parece un juego de palabras, pero partiendo de esta manera quiero dejar en claro que antes que nada, se habla de un niño, un niño especial.


Autismo

El descubridor de este síndrome, fue Leo Kanner (psiquiatra austriaco) en 1943, tras una investigación en la que estudió los casos de 11 niños que mostraban la particularidad de un extraño aislamiento a una edad tan temprana como era el primer año de vida. Dentro de este síndrome descubrió varios rasgos distintivos, entre ellos la falta de relación de estos niños con las personas que se hallaban a su alrededor. Es importante remarcar que este síndrome no tiene cura, acompañara al niño durante toda su vida, y que los signos de este trastorno del desarrollo en el 70 o 75% de los casos vienen acompañados de un retraso mental importante o no.

Una de las características que este síndrome produce, es la deficiencia en el lenguaje, se observan reiteradas ecolalias, pronombres invertidos, frases estereotipadas y en los casos más severos puede observarse ausencia total del lenguaje.

Como hemos dichos con anterioridad, algunos autores describen al autismo como el "síndrome de la invariabilidad del entorno", es decir que poseen una súper estructura mental que los inquieta y fastidia, con todos los cambios que sufran sus rutinas. Es posible que si un niño con autismo creó el hábito de comer con la remera roja, no coma con ninguna otra remera que no sea la que utiliza en su ritual.

Para hacer grafico este ejemplo contare el caso de uno de los chicos del centro al que llamaremos Pablo, él tiene autismo, 11 años de edad y hace tres años que asiste al centro.


El caso de Pablo

En la rutina de todos los días, Pablo al llegar al centro se dirige a su sala y guarda su mochila en el placard, esta debe quedarse allí hasta el momento de salida por que así se ha creado su estructura, y si esto varía será de gran molestia para él. Un día, luego del almuerzo su maestra de sala, saca la mochila del placard para guardar un cuaderno que debía ir de regreso a su casa para que la madre leyera, pero de repente, Pablo entró y al ver su mochila fuera de su sitio tenía que irse. Fue muy difícil hacerle entender que por mas de que su mochila haya salido de su lugar, él debía quedarse aun tres horas más. Y hasta es probable que no lo haya comprendido.

Me pareció importante comentar este caso para que los lectores que desconocen el tema comprendan la dimensión de estructura rígida mental que poseen los niños con autismo.

Si bien estoy de acuerdo con las características de aislamiento que publican la mayoría de los autores, no estoy de acuerdo con otras cosas que dicen, como que los niños con autismo no son afectivos, o son agresivos o cosas similares. Estos niños pueden ofrecer cariño y afecto igual o más que cualquier niño sin ninguna anomalía, solo hay que conocerlos y ver cual es su forma de comunicación y de expresarse.

Cuando se habla de que los niños con autismo son agresivos o golpean sin sentido, es importante aclarar que esto no es así, seguramente estos niños quieran comunicarse de alguna manera que nosotros no comprendemos, no golpean por malos sino por que algo estaremos haciendo, seguramente sin intención, que los molesta y perturba, solo que es muy difícil decodificar sus intenciones y lleva años de convivencia. El rasgo más notable del autismo, como ya hemos dicho, es la interacción social limitada, se relacionan mejor con las cosas que con las personas, y poseen, en algunos casos, maneras muy distintas de expresar sus emociones. Estas personas parecen sumergirse en su propio mundo, un mundo en el que la comunicación con otros parece no ser importante. Esta conducta se debe a una incapacidad para establecer comunicación con los demás, así como a diversas dificultades en el lenguaje: más del 50 por ciento no tienen ningún lenguaje verbal, (según estudios realizados) y otros repiten mecánicamente palabras, canciones o melodías que les llamaron su atención.

Otro signo característico de estos niños es que ejecutan movimientos repetitivos como aplaudir, aletear, y mecerse en forma estereotipada. Con forma estereotipada queremos decir que los realizan sin importar el entorno, ni la situación del entorno. Para aclarar estos conceptos citaremos el articulo Orientaciones pedagógicas para la atención educativa a estudiantes con autismo (Ministerio de Educación Nacional de Colombia, 2006).

"Otra característica perceptual relevante en las personas con autismo es la sobre selección sensorial. Consiste en la atracción intensa por algunos estímulos. En este caso, buscan los objetos o actividades que les provean cierto tipo de sensación. Por ejemplo, un niño pequeño con autismo puede hacer girar incesantemente las llantas de un carro de juguete, por la fascinación que le produce el efecto giratorio visual; otro puede insistir en golpear un objeto sobre la mesa, por el efecto auditivo resultante; otro más busca pinturas, detergentes y diversos elementos con olor fuerte, para regarlos y percibir su aroma. La realización repetida de alguna de esas acciones, es lo que se denomina auto estimulación y se sabe que genera un efecto placentero o de relajación momentánea. Para cualquier persona, con o sin autismo, el concentrarse en estímulos de naturaleza repetitiva hace que se aísle del contexto o que se relaje, como cuando alguien se mece, mira un péndulo, mira el agua, o incluso se concentra en la propia respiración. Entonces, la diferencia es que la persona con autismo se estresa más a menudo por un entorno que le resulta sobrecargado de estímulos o impredecible y rápidamente aprende a autoestimularse, sobre seleccionando ciertas sensaciones que le sirven de escape a las molestias ambientales."

Ahora bien, ya hemos aclarado un poco los términos discapacidad y autismo, es la hora de describir lo que se entiende por integración.


Integración y Autismo

A partir de la implementación de la Ley Federal de Educación Nº 24.195 sancionada y promulgada en 1993, los centros educativos comunes debieron asumir un compromiso: "recibir a personas con discapacidad en sus aulas".

"Desde mediados de los años 60 la educación se ha ido imponiendo como el principal y más eficaz recurso para el tratamiento del autismo, pasando de una atención casi exclusivamente clínica a una atención en centros específicos de educación especial y, dándose un paso importantísimo de cara a la integración: la creación de aulas de educación especial en centros ordinarios, llegando a la integración (total o parcial) del niño en el aula y en el centro. El principio de integración requiere la utilización del entorno escolar menos restrictivo posible, y éste normalmente es el centro ordinario." (Manuela Crespo Cuadrado, 2001)

En el ámbito educativo el concepto de integración escolar se refiere al proceso de enseñar -educar juntos a niños y/o jóvenes con y sin discapacidad -. Es importante resaltar que la educación de la persona con necesidades educativas especiales se plantea con los mismos objetivos que la educación general: "ofrecer el máximo de oportunidades a cada niño para que alcance el mayor desarrollo posible de sus capacidades tanto intelectuales como sociales" (Muntaner, 1998)

Según María Silvina Felice "El proceso de integración en el sistema educativo representa un elemento dinamizador y un motor para la renovación de la escuela, que requiere una serie de cambios profundos para adaptarse a las demandas que una correcta aplicación de estos planteamientos representa" y agrega "La integración representa el medio que permite a la persona con discapacidad normalizar sus experiencias en el seno de su comunidad"

"El mayor beneficio que conlleva la integración es que le permite al estudiante con autismo formar parte de un mundo "típico", mientras que presenta al público en general la imagen de un estudiante SUPER especial." (Mariah Spanglet, 1997)

Luego de consultar distintos autores que abordaron el tema, nos surge la siguiente duda: ¿La integración favorece los procesos de socialización sea cual sea la patología?

Vemos que no esta en duda los beneficios de la integración en el imaginario social, ni en la mayoría de los autores que estudian la problemática.

Pero vale aclarar que la integración de chicos con necesidades especiales en las clases de Educación Física puede ser de utilidad solo para algunas patologías, ya que no todas son iguales y lo que puede beneficiar, por ejemplo, a un chico con síndrome de Down, tal vez no lo beneficie a un chico con autismo.


Educación física y Autismo

Al realizar un análisis sobre las formas de trabajo y las características de los deportes que suelen realizar los niños con autismo, nos parece importante citar "La estructura del deporte" realizada por P. Parlebas en 1981.

Según esta estructura, podemos decir que hay dos grandes grupos de deportes:

Deportes psicomotores, en los que el sujeto participa de forma individual, interactuando con el medio y la presencia de otros sujetos no es necesaria.

Deportes socio motrices, en los que participan varios sujetos que inciden de forma directa en las conductas que desarrollan sus compañeros y/o adversarios.





Ana Luisa Molina, propone la natación, el levantamiento de pesas, el ciclismo, el patinaje y el tenis como los deportes con las características necesarias para ser aprendidos por los niños y jóvenes con autismo. Recordando las definiciones de Parlebas, la autora propone todos deportes psicomotores, salvo el tenis que pertenecería a los de oposición. Por otro lado, encontramos la historia de Gino, un joven con autismo, que tenia grandes problemas conductuales, de comunicación y de aislamiento. Y que mediante el entrenamiento riguroso en atletismo, levantamiento de pesas, y natación, Gino no solo ha logrado grandes avances en su comportamiento sino que también se ha llevado muchas medallas en las olimpiadas especiales. Adjuntándose a estos textos, encontramos un articulo de Mitzi Walts, donde da una serie de sugerencias con respecto al tratamiento de los niños con autismo y dice: "Fomenta actividades que pueden ser solitarias o gozadas con un solo amigo, como bolos, natación, correr, pesas, arte, construcción de modelos, carpintería, arreglando coches o maquinas, cosiendo, juegos de baraja, rompecabezas, y ordenadores." Estos ejemplos nos siguen demostrando la tendencia a la practica de deportes psicomotores por parte de niños y jóvenes con autismo.

1 comentario:

  1. Me encantó tu explicación y reflexión sobre el niño con TEA. Excelente y muy claro todo! Saludos!

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