sábado, 21 de noviembre de 2009

ESCUELA SANTA MARIA DE GRACIA Y SU TRABAJO CON NIÑOS SORDOS... VILMA ORTIZ




ESCUELA SANTA MARIA DE GRACIA DE MURCIA Y SU TRABAJO CON NIÑOS SORDOS

Una intérprete de lengua de signos se encarga de traducir las clases para las niñas sordas que están escolarizadas.
Una treintena de niños sordos estudian, como cualquier otro alumno, en el colegio Santa María de Gracia de Murcia, en donde las señales luminosas y los carteles con muñecos explicando cómo se dice “baño” o “biblioteca” en lengua de signos son lo más frecuente. Allí trabaja un gran equipo de logopedas que ayudan a los alumnos a comunicarse y a estudiar.


Es una escuela normal. Los niños asisten a clase, estudian, juegan en el recreo, leen, cantan, tocan instrumentos, hacen deporte pero además aprenden la lengua de signos. La característica diferencial del CEIP Santa María de Gracia de Murcia es que, allá por donde vayas, encuentras carteles que te enseñan a mover las manos para decir, a través de ellas, lo que estás leyendo. De esta manera, los niños sordos y con problemas auditivos escolarizados, una treintena, aprenden a relacionar los signos ortográficos con las señales de las manos, y los que no tienen estos problemas, pueden también aprender de la misma manera y así comunicarse con ellos.

Todo está adaptado a ellos: luces en los baños y en las aulas para que sepan cuándo suena el timbre y es hora de ir al recreo o salir del colegio; ordenadores adaptados, y un gran equipo de profesores, logopedas y traductores de lengua de signos que se encargan de realizar una enseñanza aún más individualizada para estos niños.

Cada uno tiene sus propias necesidades, dependiendo de las características de la sordera, pero lo que está claro es que este colegio se está convirtiendo en uno de los centros de integración de estos niños con problemas auditivos, hasta el punto de que alguno de sus alumnos proceden de la provincia de Alicante, y van y vienen todos los días desde su lugar de residencia en la comunidad vecina.

Los niños reciben la misma educación que sus compañeros, pero con la única diferencia de que tienen profesores de apoyo que, cuando les dan las lecciones, les traducen simultáneamente o les ayudan en lo que necesitan. Además, reciben clases de apoyo después de su horario escolar, donde les enseñan a hablar, a reforzar lo aprendido en el día y a hacer los deberes. Para ello cuentan con un centro de recursos propios con materiales adaptados a sus necesidades y que utilizan a diario los alumnos, y que también usan algunos alumnos de la Asociación Aspanpal, organización que apoya a este centro. Además cuentan con un equipo de logopedas, que ha ido creciendo con el paso de los años, psicólogos y personal técnico sanitario para otros niños con problemas de movilidad y coordinación, que también se encuentran perfectamente integrados en el centro.

Como cualquier niño, tienen sus asignaturas favoritas y otras que no lo son tanto, pero según la logopeda del colegio, que pertenece al Programa ABC puesto en marcha por la Consejería de Educación, Lola Franco, lo más difícil para ellos es la materia de Lengua, ya que les resulta complicado relacionar las palabras con los signos. Aún así, según Lola, desde la implantación de este programa, hace ya ocho años, los niños sordos han conseguido una integración total en el colegio, además de sacar buenos resultados académicos y ya pasar al instituto, donde por primera vez el año pasado se implantó esta iniciativa, concretamente en el IES Infante Don Juan Manuel, donde se encuentran estudiando los primeros alumnos que acabaron sus estudios en el CEIP Santa María de Gracia.

Vanessa, una niña de nueve años con sordera profunda que, además de sacar adelante todas las asignaturas, incluida la Lengua, se divierte con otras materias como Conocimiento del Medio. Y es que ella, de mayor, quiere ser veterinaria, porque le gustan mucho los animales. Sus compañeros logran entenderla, e incluso, en algunas ocasiones, no es necesario el intérprete, ya que los amigos pueden hacer este papel en los casos muy puntuales.

La madre de esta niña, que la llevan todos los días desde Alicante hasta el centro de Murcia para asistir a clase, Vanessa Legrand, asegura que este colegio es “la mejor solución para mi hija, tiene muchos amigos y está muy contenta”.
Por su parte, el director del colegio, Francisco Pérez Soto, indica que “se sabía que el retraso escolar de estos alumnos provenía de la imposibilidad de comunicación con los profesores y compañeros”, pero explica que “desde que esa capacidad se ha facilitado, los resultados académicos son cada vez mejores, además de la integración de los niños con el resto de alumnos”.

Además, los profesores funcionarios reciben una formación específica para el aprendizaje de la lengua de signos para así conseguir que la comunicación sea más directa con los niños sordos.

Y es que paseas por este colegio y ves, por doquier, carteles explicativos y señales luminosas que enseñan a los niños a comunicarse en cualquier lengua, de cualquier manera. Es, en definitiva, una escuela con mil signos

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